Akita Inu

El Akita Inu: Historia, características y cuidados

El Akita Inu (Akita Inu) o Akita Inu Japonés es una raza de perro que se da en la provincia de Akita en la isla de Honshu, Japón, y es una de las seis razas de perros registradas por la Organización Canina Japonesa para la protección y preservación de las razas nativas Japonesas – el Nihonken Hozonkai (Japón).

El Akita es el perro Spitz más grande de Japón. Durante mucho tiempo, cazaba principalmente animales grandes como jabalíes, ciervos y osos.

En el pasado lejano, los perros Akita se llamaban matagi ken (perro japonés マタギ, «perro de caza grande«). La palabra «matagi» significa «cazador de caza mayor» en japonés antiguo, y la traducción a «bugbear» también es correcta.

La palabra «ken» significa «perro» como la palabra «inu», pero a diferencia de «inu», la palabra «ken» no se puede usar sola, solo en una frase, como «matagi ken». Por eso los cazadores humanos (matagi) llaman a sus perros «matagi ken»

Historia del Akita Inu Japonés

El Akita Inu tiene profundas raíces en Japón y desempeña un papel significativo en la cultura de este país. Esta raza se originó en la región de Akita, en la isla de Honshu, y ha sido apreciada durante siglos en Japón.

Históricamente, el Akita Inu ha tenido múltiples roles en la sociedad japonesa. Originalmente, fue criado como perro de caza, utilizado para rastrear y cazar presas como jabalíes y osos. Además, el Akita Inu también ha sido valorado como perro guardián, protegiendo hogares y propiedades de intrusos.

La importancia del Akita Inu en la cultura japonesa se ve reflejada en varias formas. Por ejemplo, el perro Akita es considerado un símbolo de buena salud, felicidad y longevidad en Japón. Se cree que tener un Akita Inu en el hogar trae buena fortuna y protección.

Además, el Akita Inu ha sido objeto de numerosas historias y leyendas en la cultura japonesa. Una de las historias más conocidas es la de Hachiko, un Akita Inu que esperó fielmente a su dueño fallecido en una estación de tren durante años. Esta historia de lealtad inquebrantable ha conmovido a muchas personas y se ha convertido en un símbolo de devoción en Japón.

La raza también ha sido declarada como «Monumento Natural» en Japón, lo que significa que es reconocida oficialmente como un tesoro cultural y natural del país. Además, cada año se celebra el «Día del Akita» en Japón para honrar y promover la preservación de esta raza.

Influencia de los samuráis y la nobleza en el desarrollo de la raza

Los samuráis y la nobleza japonesa desempeñaron un papel fundamental en el desarrollo y la preservación de la raza Akita Inu a lo largo de la historia.

Durante el período feudal de Japón, los samuráis, que eran guerreros de élite, valoraban al Akita Inu por su coraje, lealtad y habilidades como perro guardián. Estos guerreros apreciaban las cualidades de protección y valentía de la raza, y muchos samuráis tenían Akita Inu a su lado para proteger sus hogares y propiedades.

Además, la nobleza japonesa también tuvo un papel importante en la crianza y el desarrollo de la raza. Los nobles, incluidos los miembros de la realeza, criaban y criaban Akita Inu de alta calidad. Estos perros eran considerados símbolos de estatus y se les daba un trato especial en la corte.

La nobleza japonesa también fue responsable de establecer estándares de crianza y selección para el Akita Inu. El objetivo era criar perros con características deseables, como un temperamento equilibrado, un físico imponente y un pelaje abundante y hermoso. Estos estándares de crianza ayudaron a dar forma a la apariencia y el temperamento distintivos de la raza que conocemos hoy en día.

La Personalidad del Akita Inu

El Akita es un perro audaz y voluntarioso, naturalmente desconfiado con los extraños, pero extremadamente leal a su familia. Son alertas, inteligentes y valientes. Tienden a ser agresivos con otros perros, especialmente los del mismo sexo. Se adaptan mejor a un hogar con un solo perro.

Con la familia, el Akita es cariñoso y juguetón. Disfrutan de la compañía de su familia y quieren participar en las actividades diarias. Son bocazas y disfrutan llevando juguetes y objetos del hogar. A pesar de la creencia común de que nunca ladran, en realidad son ruidosos, se sabe que refunfuñan, gimen y, sí, ladran si creen que la situación lo justifica.

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Tenga en cuenta que la fuerte personalidad del Akita puede ser abrumadora. No es el perro adecuado para un dueño primerizo y no es para los tímidos. Necesitan un dueño que les imponga una disciplina firme y cariñosa. La actividad es esencial para esta raza activa. Necesitan mucho ejercicio para evitar que se aburran y, a su vez, sean destructivos.

El Akita, naturalmente protector, es propenso a volverse agresivo si se le permite, o si no se le cría adecuadamente. El adiestramiento del Akita es esencial, así como la socialización adecuada desde una edad temprana. Tenemos que tener en cuenta que esta raza es muy difícil de poder enseñar.

Características físicas del Akita Inu

El Akita Inu es un perro de tamaño grande, bien equilibrado y poderoso. Su apariencia es imponente y majestuosa, reflejando su herencia como un perro de trabajo y guardián.

En cuanto al tamaño, los machos Akita Inu generalmente tienen una altura de hombro de aproximadamente 66 a 71 centímetros, mientras que las hembras son ligeramente más pequeñas, con una altura de aproximadamente 61 a 66 centímetros. En términos de peso, los machos pueden pesar entre 38 y 59 kilogramos, mientras que las hembras tienen un peso de 32 a 45 kilogramos.

La cabeza del Akita Inu es grande y poderosa, con una forma de cuña. El cráneo es ancho y plano, y el stop, que es la depresión entre el cráneo y el hocico, es moderado. Esto le da al Akita Inu una apariencia distintiva y noble.

Las orejas del Akita Inu son pequeñas, triangulares y erguidas. Están bien separadas y ligeramente inclinadas hacia adelante, lo que añade a la expresión alerta y atenta de la raza.

La cola del Akita Inu es otra característica llamativa. Es espesa y se lleva alta sobre el dorso. Puede estar enrollada en forma de anillo o arquearse hacia un lado. La cola es un rasgo distintivo y agrega elegancia a la apariencia general del perro.

Cuidados de nuestro Akita Inu

El Akita es más feliz y se desenvuelve mejor cuando vive en el interior con su familia. Esta raza no es hiperactiva, pero necesita ejercicio diario. Entre 30 minutos y una hora al día es suficiente para un Akita; los paseos a paso ligero, el footing (para un perro adulto de más de dos años) y los juegos en el jardín son sus actividades favoritas. Las visitas a un parque para perros probablemente no sean una buena idea, dada la tendencia agresiva del Akita hacia otros perros.

Debido a la gran inteligencia de esta raza, lo mejor es una rutina variada. Lo que no se quiere es un Akita aburrido. Esto conduce a problemas de comportamiento como ladridos, excavaciones, mordiscos y agresividad. Incluya al Akita en las actividades de la familia y no lo deje solo durante mucho tiempo.

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Problemas de salud comunes en el Akita Inu y su prevención

El Akita Inu, como muchas otras razas de perros, puede ser propenso a ciertos problemas de salud. A continuación, se mencionan algunos problemas comunes y algunas medidas de prevención que se pueden tomar:

Displasia de cadera: La displasia de cadera es una afección en la que la cabeza del fémur no se ajusta correctamente en la cavidad de la cadera. Esto puede causar dolor, cojera y dificultad para moverse. Para prevenir esta condición, es importante obtener los perros de criadores responsables que realicen pruebas de displasia de cadera en sus reproductores.

Displasia de codo: Al igual que la displasia de cadera, la displasia de codo es una afección en la que los huesos del codo no encajan correctamente. Puede causar cojera y dolor en las extremidades delanteras del perro. Al elegir un cachorro de Akita Inu, es recomendable verificar que los padres hayan sido evaluados para descartar la presencia de displasia de codo.

Enfermedad autoinmune: El Akita Inu puede ser propenso a diversas enfermedades autoinmunes, como el síndrome de uveítis y el hipotiroidismo. Estas condiciones pueden afectar la salud general del perro y requerir un tratamiento veterinario adecuado. Siempre es recomendable realizar controles regulares con el veterinario y mantener una alimentación equilibrada y adecuada para mantener el sistema inmunológico saludable.

Problemas oculares: Algunos Akitas Inu pueden desarrollar problemas oculares, como entropión (inversión del párpado hacia adentro) o cataratas. Estas condiciones pueden afectar la visión del perro y requerir intervención médica. La prevención implica realizar exámenes oculares regulares y mantener una buena higiene ocular.

Además de estos problemas de salud, es esencial proporcionar una alimentación balanceada, ejercicio adecuado y atención veterinaria regular para mantener al Akita Inu en óptimas condiciones de salud. También es recomendable buscar criadores responsables que realicen pruebas de salud en sus reproductores y proporcionen garantías de salud para los cachorros.

Conclusión

En conclusión, el Akita Inu es una raza de perro que tiene una rica historia en Japón y una notable presencia en la cultura japonesa. Su origen en la región de Akita y su relación con los samuráis y la nobleza destacan su importancia en la sociedad japonesa.

El Akita Inu se caracteriza por su apariencia imponente, con una cabeza poderosa, orejas erguidas y una cola enrollada sobre el dorso. Su pelaje denso y su variedad de colores añaden belleza a su presencia física.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que el Akita Inu puede ser propenso a ciertos problemas de salud, como la displasia de cadera y de codo, enfermedades autoinmunes y problemas oculares. La prevención de estos problemas implica seleccionar cuidadosamente un criador responsable, realizar pruebas de salud en los reproductores y proporcionar atención veterinaria adecuada a lo largo de la vida del perro.

A pesar de estos posibles desafíos de salud, el Akita Inu sigue siendo una raza admirada por su lealtad, valentía y presencia majestuosa. Su papel en la cultura japonesa, su conexión con las historias y leyendas, y su estatus como «Monumento Natural» en Japón resaltan su importancia como un tesoro cultural y natural.